¡Cayó Ordóñez!

 
Por lo actuado, Ordóñez debió ser sancionado e inhabilitado. Algunos dirán que es suficiente con su tardía expulsión de la Procuraduría. Ahora le queda confirmarse como pre candidato presidencial bien del Centro Democrático o del insepulto partido Conservador, para las elecciones de 2018. Como todo no se pueda dar al tiempo, por ahora nos quedamos aplaudiendo su caída. ¡Por fin Cayó!
 
Germán Ayala Osorio
 
Comunicador social y politólogo
 
 

Por las circunstancias institucionales, jurídico-políticas y las prácticas innobles que rodearon la reelección del Procurador General de la Nación y su posterior anulación por parte del Consejo de Estado, el titular generalizado en la prensa colombiana debería ser el mismo con el que se titula esta columna: ¡Cayó Ordóñez!

Eso sí, hay que celebrar la caída de quien violó la Constitución y convirtió la Procuraduría General de la Nación en el más grande Cuartel Moral desde donde desconoció fallos de la Corte Constitucional, persiguió a miembros de la llamada comunidad LGTBI, a políticos impíos y a todo aquel que no compartiera su particular forma de entender los derechos, la igualdad y el respeto a la diferencia.

Pero al tiempo que celebramos la salida y caída de este ladino y oscuro funcionario, debemos lamentar el tiempo que se tomó el Consejo de Estado para anular la amañada reelección de Ordóñez1, de la que participaron por lo menos 80 senadores y por supuesto, los magistrados de la Corte Suprema de Justicia que lo ternaron en su momento.

Los daños a la institucionalidad son enormes. Ordóñez Maldonado debilitó no solo la imagen de la Procuraduría como ente de control y disciplinario, sino la misión misma del Jefe Ministerio Público, convertido en un abad, que con rejo y biblia en mano, fungió más como un Regenerador y Mesías Moral, que como defensor de los derechos humanos y de la función pública.

Tres largos años para anular lo que desde un principio se sabía que devenía ilegal y con una alta dosis de ilegitimidad resulta impresentable y en lugar de consolidar una eficiente y transparente institucionalidad, el mensaje que manda a otros funcionarios es que mientras no esté expresamente prohibido en la Constitución o en la ley, entonces todo está permitido. Como alumno aventajado del Todo Vale, Ordóñez Maldonado birló la ley, se burló del Consejo de Estado e irrespetó a todos los colombianos que buscan y exigen mayor igualdad y respeto a la diferencia, desde diversas prácticas y espacios públicos y privados.

Si, cayó Ordóñez, pero sigue en pie la inmoralidad en lo público, en la política. Prueba de ello es la reacción del senador Uribe Vélez al conocer el fallo: “Caso Procurador: Una reelección no prohibida se debería entender autorizada por prevalencia del derecho fundamental a la participación2”.

Por lo actuado, Ordóñez debió ser sancionado e inhabilitado. Algunos dirán que es suficiente con su tardía expulsión de la Procuraduría. Ahora le queda confirmarse como pre candidato presidencial bien del Centro Democrático o del insepulto partido Conservador, para las elecciones de 2018. Como todo no se pueda dar al tiempo, por ahora nos quedamos aplaudiendo su caída. ¡Por fin Cayó!

1 Véanse, entre otras, las columnas Cinismo puro y Habemus Procurador, publicadas en el blog www.laotratribuna1.blogspot.com

2 Tomado de su cuenta de twitter. A este mensaje le contestó Rodrigo Uprimny, uno de los demandantes de la reelección de Ordóñez Maldonado.

Edición 511 – Semana del 9 al 15 de Septiembre de 2016
   
 
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