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Los métodos y el enemigo |
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No se trata de negar la justa lucha por los derechos, frente a quien sea que pretenda desconocerlos, sino de fijar las consecuencias de nuestro accionar y de sopesar la necesidad de acudir a determinados medios. Lo que sí resulta inaceptable en cualquier caso es ese método del ataque a la dignidad de las personas y ese enfoque de tierra arrasada… |
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Fernando Valencia Rivera |
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Por estos días circulan algunas comunicaciones cargadas de epítetos contra Confiar y su administración. Estos mensajes se originan en el conflicto con algunos ex trabajadores, apoyados por la organización sindical del sector financiero; con quienes además se están desarrollando acciones de protesta en la sede principal de la Cooperativa. La situación no pasaría de ser otro conflicto laboral, como uno de los tantos que a diario se presentan, de no ser porque involucra a uno de los proyectos de economía solidaria más importantes en nuestro país, con más de 360.000 usuarios, y porque los medios y términos con que se le confronta no distan mucho de los utilizados contra los más rancios enemigos de la clase trabajadora y el movimiento social. CONFIAR ha sido certificada por varios años consecutivos como una cooperativa 100% pura, lo cual implica que su patrimonio, servicios y administración están completamente dirigidos al bien vivir de sus más de 200.000 asociados y asociadas; pero, además, se ha convertido en una institución fundamental para el acceso a vivienda y capital de emprendimiento para la gente más pobre; así como para el salvamento, apalancamiento y fortalecimiento de organizaciones y procesos culturales y ambientales. Confiar ha sido una clara oportunidad de acceso a garantías y servicios financieros para los reincorporados, los mineros tradicionales y los movimientos políticos alternativos; su confianza en las organizaciones y regiones marginalizadas por la banca ha permitido el avance de procesos muy importantes para la transformación social, y continúa su expansión territorial y poblacional. Con todo esto, y sus 57 agencias y más de 700 empleados, muchos de los cuales son además asociados, no es de extrañar que surjan conflictos a su interior; pero lo que sí sorprende es el método utilizado por sus contradictores. Más allá de las tomas y empapelamientos de oficina, se ha emprendido una campaña de desprestigio donde se pregona que la administración de la Cooperativa es corrupta, que se violentan los derechos fundamentales y se despide masivamente; llegando incluso a ataques personales de deshonra contra líderes y directivos históricos del cooperativismo y hasta del sindicalismo. Como si ya fuese poco el daño a la Cooperativa en el terreno de la confianza de asociados y ahorradores, tres importantes líderes del Pacto Histórico hicieron eco de estos ultrajes, erosionando también la confianza política de la que se ha gozado a lo largo de todo el movimiento de paro nacional, donde la Cooperativa ha sido respetada en medio de los ataques al sector bancario. Habrá que confiar en que del lado sindical no se esté apostando por producir el mayor daño posible a la Cooperativa, porque estaríamos frente a un típico “harakiri”, del cual estará muy complacida toda la clase tradicional y el propio gremio financiero. Esperemos que esto no sea la antesala de los métodos para el tratamiento de contradicciones con nuestro próximo gobierno de izquierda, porque de ser así, la derecha solo tendrá que sentarse a ver cómo nos despedazamos entre nosotros mismos. No se trata de negar la justa lucha por los derechos, frente a quien sea que pretenda desconocerlos, sino de fijar las consecuencias de nuestro accionar y de sopesar la necesidad de acudir a determinados medios. Lo que sí resulta inaceptable en cualquier caso es ese método del ataque a la dignidad de las personas y ese enfoque de tierra arrasada, en el que se está dispuesto a destruir todo aquello que se interponga, incluso si se trata de proyectos colectivos y alternativos. Entre nosotros nunca ha faltado la palabra, lo simbólico, lo alternativo, lo fraterno; contamos con suficientes recursos y capacidades para tramitar nuestras diferencias sin afectar toda esa construcción, ese acumulado que hoy nos convierte en alternativa de poder. Edición 764 – Semana del 5 al 11 de febrero de 2022 | |||||||||||||
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