¿Están aptas las instituciones educativas para el regreso a clases presenciales?

 
 
 

Esta decisión de volver a la presencialidad es muy apresurada, debería el gobierno esperar a que la morbi-mortalidad baje en Colombia, en la Región Caribe y en La Guajira, esperar a que toda la comunidad educativa este vacunada y que el gobierno ponga en marcha un plan de mejoramiento en infraestructura para que las instituciones educativas estén aptas para el regreso a clases virtuales o presenciales.

 
Alcibíades Núñez Manjarres
 
Docente universitario, contador público, Magister en gerencia financiera
 
 

El Gobierno Nacional y el Ministerio de Educación Nacional, establecieron que las instituciones educativas, la comunidad educativa –es decir los estudiantes– regresen a clases presenciales a partir del próximo 7 de febrero, porque docentes, directivos y administrativos, llevan ya tres semanas de estar laborando en la planeación de actividades a desarrollar durante este año escolar.

Entendemos la premura por el regreso a los colegios, pero si el gobierno quiere realizar una apertura del sector educativo en Colombia, primero debería revisar los boletines e informes epidemiológicos del Ministerio de Salud, del Instituto Nacional de Salud y de las secretarias de Salud Departamental, ya que el 31 de enero reportaron que en Colombia se registraron 8.078 casos positivos de Covid-19, además se registraron 333 fallecimientos, la cifra total de muertes causadas por esta enfermedad desde marzo de 2020 asciende a 134.079 y los contagios confirmados son de 5.871.977, azotados por esta terrible pandemia.

Estamos frente a una pandemia y un virus mortal que de forma directa o indirecta nos afecta a todos. Pandemia que ya va por el cuarto pico y según el Minsalud se pronostica que habrá un quinto y sexto pico. Por esta razón, diariamente vemos como se enferman de Covid-19 –o de ómicron su nueva variante– nuestros familiares, vecinos, amigos y foráneos. La mayoría de estos casos cuando se complican, terminan en centros de salud, hospitales y clínicas, algunos cuentan con suerte y regresan bien a sus hogares y otros –por el contrario– debido a sus complicaciones deben ser internados en las Unidades de Cuidados Intensivos – UCI, unos cuantos se recuperan y otros, desafortunadamente, pierden la carrera contra el tiempo. El virus es mortal y aún así este gobierno continúa en su empeño por una apertura económica y educativa sin tener en cuenta este panorama incierto, desconsolador y de muerte.

La educación en La Guajira

Para nadie es un secreto que ninguno de los 15 municipios de La Guajira cuenta con servicio de acueducto las 24 horas al día, muchos “gozan” del servicio 1, 2 o 3 veces a la semana.

Lo anterior nos lleva, con sobradas razones, a declarar que las instituciones educativas y colegios en La Guajira no tienen las condiciones optimas para el regreso a clases programado para el 7 de febrero. Allí no hay agua potable, no cuentan con servicios sanitarios adecuados, salones en malas condiciones e insuficientes para albergar a todos los educandos matriculados, los pupitres no están en condiciones para la jornada, no han contratado nuevo personal, no cuentan con elementos de aseo y limpieza, no cuentan con tapabocas y desinfectantes, no han señalizados las diferentes áreas, no han capacitado a la comunidad educativa; además muchos estudiantes, docentes, directivos y administrativos no están vacunados contra el Covid-19.

Nuestro llamado es a que si el gobierno quiere hacer una apertura del sector educativo, debe primero realizar inversiones en infraestructura, en mejoras locativas de pisos, paredes, techos, baterías sanitarias o baños; dotar de agua potable a estos establecimientos, bien sea mejorando los acueductos municipales o a suministrando el preciado líquido a través de carros tanques; dotación de pupitres, tapabocas –se recomienda el N95– y otros elementos de protección como alcohol y gel antibacterial en las Instituciones educativas; hay que dotar de elementos de aseo, cepillos, traperos, detergentes y jabones; también se debe implementar un plan de señalización de entrada y salida de personal, de los pasillos, salones o aulas, laboratorios, aulas de informática, canchas, cafeterías, restaurantes y áreas administrativas; además se debe capacitar a la comunidad educativa sobre las nuevas estrategias en el proceso de enseñanza y aprendizaje en este tiempo post Covid; nuevos horarios de clase, qué grupos siguen en virtualidad, cuáles en clases presenciales o si se combinan virtualidad y presencialidad para algunos grupos. Además: ¿cual es el nuevo personal docente, directivos y administrativos que van a contratar para continuar con la presencialidad en las instituciones educativas? ¿quien va a realizar el control epidemiológico dentro y fuera de los colegios? ya que se deben tomar muestras al azar a la comunidad educativa y –ante casos positivos– se debe hacer el cordón epidemiológico para evitar brotes dentro de los colegios; hay que visitar y hacerle seguimiento al núcleo familiar de esos estudiantes, docentes, directivos o administrativos contagiados de Covid para evitar nuevos contagios.

Por todo lo anterior es que vemos que esta decisión de volver a la presencialidad es muy apresurada, debería el gobierno esperar a que la morbi-mortalidad baje en Colombia, en la Región Caribe y en La Guajira, esperar a que toda la comunidad educativa este vacunada y que el gobierno ponga en marcha un plan de mejoramiento en infraestructura y compras de insumos y materiales para que las instituciones educativas estén aptas para el regreso a clases virtuales o presenciales.

Edición 764 – Semana del 5 al 11 de febrero de 2022
   
 
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