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Lo que se vendrá si alias |
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Por más que alias Fico insista en decir que no es o será el títere de Uribe, hay videos que muestran que en el pasado trabajó de la mano del expresidente. Le pasará lo mismo que a Duque, quien en reiteradas ocasiones intentó aclarar que no era el títere de Uribe Vélez, hasta que la periodista de CNN, Patricia Janiot, se lo preguntó al aire. |
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Germán Ayala Osorio |
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Hay hechos, discursos y circunstancias contextuales que pueden servir para imaginar qué podría suceder durante el gobierno de Federico Gutiérrez Zuluaga, alias Fico. En esta columna expongo lo que imagino que podría suceder en una eventual administración del ex alcalde de Medellín. Inicio con varias de las circunstancias, discursos y hechos en los que me apoyo para suponer lo que puede suceder a partir del 7 de agosto de 2022. Hay un hecho relevante que permite adelantarnos al inmediato futuro, de llegar Gutiérrez a la Casa de Nariño: se trata del ungido de Álvaro Uribe Vélez. Bajo esa condición se pueden prever las siguientes acciones y situaciones que comprometen realidades asociadas al ambiente, la institucionalidad, la seguridad, el orden público y la lucha contra el narcotráfico, entre otras. Al estar atado ética y políticamente a lo que se conoce como el uribismo, con Gutiérrez Zuluaga se dará continuidad al modelo agro extractivo, esto es, la extensión y la consolidación del modelo de la gran plantación en la altillanura, la potrerización de más ecosistemas boscosos en el sur del país; la entrega a discreción de más títulos de explotación minera y el consecuente acorralamiento de las comunidades ancestrales y sus proyectos colectivos. Es decir, con Federico Gutiérrez, se continuará aplicando el actual modelo de desarrollo, y se consolidará el debilitamiento de las instituciones ambientales, tal y como lo impuso el propio Uribe Vélez. En lo que respecta a la institucionalidad, Federico Gutiérrez, siguiendo la línea de su patrón, se esforzará por mantener los procesos desinstitucionalizantes que el uribismo logró imponer desde el 2002, con los que fue posible modificar la constitución para darle vida a la reelección presidencial y naturalizar el ethos mafioso con el que se promueven arreglos por debajo de la mesa y todo tipo de transacciones. Así las cosas, Federico Gutiérrez Zuluaga, fiel al estilo del paisa de Salgar, manejará asuntos del Estado como si se tratara de una compra y venta de tierras, de ganado o de mercancías en general. En términos de seguridad, con el segundo títere que vivirá en la Casa de Nariño, convertida en un enorme teatrino, regresará la política de seguridad democrática y con esta, prácticas como las chuzadas, las persecuciones a magistrados, periodistas incómodos, críticos, académicos e investigadores sociales. No se puede descartar, a la luz de los antecedentes, el regreso de los falsos positivos. Se mantendrá la militarización del Estado y la extensión de la doctrina de seguridad del Estado y su expresión máxima, el principio del enemigo interno, con la posibilidad de mantener su extensión y aplicación a manifestantes. Recordemos que Iván Duque elevó a los estudiantes que se movilizaron durante el Paro Nacional, a la condición de un nuevo enemigo interno, calificando sus reclamos como parte de actos de terrorismo urbano. La lucha armada contra las disidencias y el ELN se extenderá en el tiempo, con el objetivo de consolidar la narrativa que sostiene que la paz de Santos fracasó y por esa vía, invalidar la implementación del Acuerdo de La Habana. De esa forma, la lucha contra el terrorismo servirá para estigmatizar a la izquierda democrática e insistir en que la operación del Estado está en riesgo, por cuenta de un enemigo interno que crece a pasos agigantados. Bajo ese escenario, entonces, el desplazamiento forzado y la acumulación de tierras por desposesión quedarán aseguradas para los amigos latifundistas, ganaderos y los miembros de la élite agroindustrial que acompañan el proyecto de Gutiérrez Zuluaga. Por supuesto que con la llegada de alias Fico a la Presidencia supone dar continuidad a la ineficaz lucha contra el narcotráfico, situación que le conviene a los narcotraficantes y a las estructuras institucionalizadas que se benefician del lucrativo negocio, bien dentro del régimen, dentro del Estado o de la sociedad civil. Por más que alias Fico insista en decir que no es o será el títere de Uribe, hay videos que muestran que en el pasado trabajó de la mano del expresidente. Le pasará lo mismo que a Duque, quien en reiteradas ocasiones intentó aclarar que no era el títere de Uribe Vélez, hasta que la periodista de CNN, Patricia Janiot, se lo preguntó al aire. Veremos a Gutiérrez Zuluaga vendiéndose como independiente, mientras los movimientos de los hilos por parte del Gran Titiritero, muestran lo contrario. Edición 773 – Semana del 9 al 15 de abril de 2022 | |||||||||||||
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