Entramados de la
“democracia” colombiana

 
 
 

¡Están desesperados! Y todavía faltan unos días, antes del previsible triunfo de Petro y Francia Márquez. Esta lumpen burguesía, las mafias de contratistas, los politiqueros de toda laya, las subterráneas bodegas de “defensores de la democracia”, los fanfarrones militares, los solapados paramilitares y los descompuestos medios de comunicación con sus razoneros, plumíferos y cagatintas, continuarán fabricando enredos y falacias, pero nada lograrán…

 
Julio César Carrión Castro
 
Universidad del Tolima
 
 

Las desmesuras de la corrupción y el continuismo

La “institucionalidad” narco-paramilitar que desde hace un par de décadas ocupa las estructuras administrativas y gubernamentales de este descuadernado país, no haya qué hacer ante el inminente triunfo de Gustavo Petro y del Pacto Histórico, el próximo 29 de mayo, por el cambio estructural que ello representa para un país que no ha conocido los auténticos contenidos de la democracia participativa, ni del Estado social de derecho, en doscientos años de historia republicana, sumidos, en una especie de régimen dinástico, señorial, hacendatario, heredado desde el período de la colonización impuesto por España y continuado por los gobiernos de la tradicional oligarquía bipartidista, con un clero mañoso puesto a su servicio y los militares enriquecidos por las guerras y, luego, por las mafias de burócratas y avivatos contratistas, convertidos en los nuevos usufructuarios del poder.

Esta “democracia” fallida, además de intentar, infructuosamente, el fraude electoral, contando con el propio Registrador nacional, Alexander Vega, y con las piruetas del llamado Consejo Nacional Electoral que, chambonamente, trataron de modificar y tergiversar los resultados de las elecciones legislativas y las consultas interpartidistas del pasado 13 de marzo, de hacer montajes y entrampamientos contra Gustavo Petro y Francia Márquez, de poner al figurón sub-presidente Duque a intervenir abiertamente en la campaña electoral a favor del candidato oficial, de permitir que el zafio comandante de las fuerzas armadas, –las mismas de las interceptaciones, de los “acuerdos” con narcotraficantes y paramilitares, y de los “falsos positivos” – el general Eduardo Enrique Zapateiro, se pase por la faja la Constitución, participando también en la contienda.

Luego de imponer como candidato presidencial a un camaján llegado a más, presentando como “estadista” a un oscuro personaje de provincia, conocido bajo el alias de Fico, con probados nexos con el conglomerado mafioso conocido bajo el nombre de la “Oficina de Envigado”, mientras ocupó el cargo de alcalde de Medellín, la segunda ciudad de Colombia. Contando con el esfuerzo de muchos y mediante un metódico lavado de rostro, hecho por la burocracia estatal y por los medios de comunicación adscritos al régimen, hoy buscan exhibirlo como aceptable y digno de ocupar ese cargo, sin lograr tocar para nada su verdadera esencia, ni mejorar su talante de ñero, su bajo nivel intelectual, ni su exiguo léxico de traqueto que siempre lo pone en evidencia.

Así mismo, estos medios de comunicación de alcantarilla, direccionados por empresarios sin escrúpulos que sólo los mueve el interés de lucro, el control mediático y llevarnos a una orwelliana sociedad del espectáculo, contando con una serie de fletados comunicólogos, plumíferos, razoneros y gacetilleros, del tipo Vicky Dávila, Luis Carlos Vélez, Claudia Gurisatti, Hassan Nassar, Salud Hernández, Felipe Zuleta y otros, buscan desestimar y burlarse de los planteamientos, las tesis y hasta de las palabras y los términos utilizados por estos representantes de la corriente de cambio y reestructuración política, social y cultural, que se les vino encima. Nada más ver como intentan darle pantalla y figuración “política” a faranduleros personajes tan anodinos e insignificantes como Marbelle, la Azcárate o el Tino Asprilla. Enaltecen constantemente al, hasta ayer, opaco lumpen-burgués e ignaro zapatero y tratante de cueros, Mario Hernández, posicionándolo, a la fuerza, como si fuese un intelectual, un “pensador” e ilustrado opinador en materia política.

En su desespero, también ensayan leguleyadas y embrollos propios de rábulas y picapleitos, expertos en montajes, demandas y contrademandas, pues, como lo enseñara el famoso “Matarife” –que ha logrado mantenerse por fuera del sistema penitenciario, a pesar de la carga de evidencias, testimonios y pruebas que pesan sobre él, en varios expedientes que cursan en las Cortes y en otros estrados judiciales–, es necesario contar con el recurso de los entrampamientos legales. Buscan desprestigiar la campaña del Pacto Histórico como sea, por eso ahora se han inventado demandar penalmente a los activistas que, haciendo uso de su libertad de expresión, se atreven en las redes sociales, a “hablar mal” del candidato Fico, tildando esa libertad de prensa y de opinión, como “campaña de hostigamiento y desprestigio” y hasta de “concierto para delinquir”.

Todo ello hace parte de la desmesura, ética e intelectual que, además, muestran los parlamentarios de la mayoría, afectos al gobierno, tan torpes, desinformados e incultos como María Fernanda Cabal del Centro Democrático, Ernesto Macías, el de las “jugaditas” para impedir que la oposición se pronuncie en el Senado, como el rabioso Carlos mejía, también del Centro Democrático, al que el senador Armando Benedetti, acertadamente, califica como el más “bruto” de esa corporación, o Anatolio Hernández Lozano, ese representante a la Cámara al que la presidenta de tal corporación Jennifer Arias, –también cuestionada por plagio en su tesis universitaria– de manera arriera y sin recato, le indica cómo votar en la punible modificación de la ley de garantías, que finalmente se impuso por esa, nada “calificada”, mayoría parlamentaria.

Como si todo esto fuese poco, ahora se la juegan con Margarita Cabello, la fanática seguidora de Álvaro Uribe Vélez, ayer ministra de Justicia de la administración Duque y, actualmente, gracias el apoyo de los senadores del clan Char y de otras empresas electoreras, o partidos, que respaldan este gobierno, funge como Procuradora, supuestamente encargada de investigar y sancionar las faltas disciplinarias de todos los funcionarios públicos, incluido, por supuesto, su gran amigo y compañero, el señor presidente. Lo único notorio de esta eminente “jurista”, es que ha sabido dar continuidad a toda la urdimbre de nepotismo y clientelismo que pusiera a funcionar su antecesor, el inquisitorial Alejandro Ordoñez.

La función real de la imprudente Procuradora: acallar las voces de oposición que se levantan contra este oprobioso mandato mafioso, ha sido evidente, clara e incuestionable en este episodio de la sanción exprés aplicada a Daniel Quintero Calle, el alcalde de Medellín, elegido mediante el voto popular, pues, sin pararse en mientes, sin reparos, arbitrariamente, la flamante Procuradora lo “sanciona” y establece como “alcalde encargado” a Juan Camilo Restrepo, conspicuo personaje uribista y, por tanto, contrario en todo a lo que representa el alcalde Quintero, elegido precisamente a despecho de los intereses del llamado Grupo Empresarial Antioqueño – GEA irrestrictos seguidores, contratistas y auspiciadores de las políticas impuestas por Uribe y sus adeptos. Este personaje, Camilo Restrepo, señalado como organizador de grupos paramilitares desde el organismo que aglutina empresarios, comercializadores y exportadores del banano –Augura–, cuestionado por contribuir a la instauración de las “Convivir”, las “cooperativas” o grupos de autodefensa, criminalmente famosos, creados por Álvaro Uribe Vélez en Antioquia y expandidos por todo el territorio nacional, con el propósito de “ayudar a la defensa de la democracia” mediante servicios de vigilancia y seguridad privada, desarrollando acciones de señalamiento, delación y ajusticiamientos remunerados por los organismos estatales. Este fantoche, en un continuado activismo rastrero en favor de Uribe Vélez y de sus métodos, después de haber sido, también, instigador, promotor y financista de la campaña por el “no” en el plebiscito sobre los acuerdos de paz, sería absurdamente nombrado por el sub-presidente Duque como “Alto Comisionado para la Paz”, es decir, burlándose de los acuerdos internacionalmente avalados y, de contera, convirtiendo en un acto circense el reconocimiento y la reparación a las víctimas.

Pero no para ahí la desmesura antidemocrática para tratar de frenar la arrolladora victoria que ya se ve llegar del Pacto histórico. El lumpen empresariado, inmerso, de tiempo atrás, en compromisos con el paramilitarismo, siente que debe actuar ahora y “ayudar a la defensa de la democracia”, por ello arremeten, desde sus trincheras empresariales, contra Petro y en favor de Fico que, definitivamente simboliza la continuidad del sistema en que pelechan. Así, el señor Sergio González Villa, gerente de la “cooperativa lechera” Colanta, envió una carta a sus afiliados indicándoles sin subterfugios: “Ha llegado el momento de que abandonemos la indiferencia y que ese odio que siente el pueblo colombiano por los delincuentes de cuello blanco, no nos lleve a elegir el rumbo equivocado del país, de que usted, en compañía de su familia participe eligiendo el desarrollo del campo colombiano y no un mal llamado cambio que es un salto al vacío sin retorno y ha llegado el momento de hacer activismo político y exponerle a un indeciso, con argumentos, qué le conviene al país y lograr que vote a conciencia…”

Hace ya algunos años –en el 2006– Gloria Gaitán, –la hija del caudillo asesinado, Jorge Eliecer Gaitán– escribió: “Colanta está integrada por poderosos hombres de negocios… Esta cooperativa lechera emplea en Colombia a un gran número de “soldados-campesinos”, organización paramilitar creada por el presidente Álvaro Uribe Vélez como nueva versión de las “Convivir”. La cooperativa fue bautizada “Colanta”, en referencia y asociación a la leyenda celta de Avendal, en la cual el mítico rey Ventar, para luchar contra las fuerzas del mal (hoy los llamarían “terroristas”), conformó un consejo de defensores del reino al que autoproclamó “Colanta”. En fin, esta “cooperativa” está untada de paramilitarismo y criminalidad, “dicha cooperativa es una organización encubierta para agrupar paramilitares bajo la sofisticada modalidad denominada “soldados-campesinos”, que se financian, ya no con la explotación de sembradíos de coca, sino con la producción de leche y la elaboración de sus derivados…”, aunque su gerente quiera significar ahora que el direccionamiento y constreñimiento electoral que está ejerciendo, esta recubierto e inscrito en unas “buenas intenciones”.

¡Están desesperados! Y todavía faltan unos días, antes del previsible triunfo de Petro y Francia Márquez. Esta lumpen burguesía, las mafias de contratistas, los politiqueros de toda laya, las subterráneas bodegas de “defensores de la democracia”, los fanfarrones militares, los solapados paramilitares y los descompuestos medios de comunicación con sus razoneros, plumíferos y cagatintas, continuarán fabricando enredos y falacias, pero nada lograrán; todo ello será inútil, ineficaz y vano, ante la irreversible marcha popular en favor del cambio en la primera vuelta.

Edición 778 – Semana del 21 al 27 de mayo de 2022
   
 
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