Preguntas duras, respuestas blandas

 
 
 

Las generaciones del pasado siglo crecimos en sociedades donde el diálogo, la discusión, eran algo desconocido. La autoridad del maestro y de los padres era incuestionable y por lo mismo no era posible plantear puntos de vista diferentes. Ahora, en esta nueva modernidad, podemos observar movimientos alentados por nuevas generaciones que expresan su inconformidad con libertad.

 
Víctor Zuluaga Gómez
 
Historiador Universidad Javeriana, Magister en Ciencias Políticas Universidad de los Andes
 
 

“Corrientes de larga duración, las aguas profundas del continente que ahora afloran a la superficie de la agenda política, debido al papel protagónico de estos movimientos, con sus banderas de lucha”.
Boaventura de Sousa Santos.

Asistimos en el presente en efecto, a un mundo en donde afloran grandes cuestionamientos en relación con el bienestar humano y, producto de ello, múltiples respuestas y señalamientos de vías diferentes para superar las desigualdades que de tiempo atrás se impusieron. África, Oriente, América, en forma afanosa quieren romper los lazos de una colonialidad vigente que margina al indígena y al afro. Pero, también es cierto que son muchos otros movimientos de otros actores los que siguen teniendo presencia: campesinos, desempleados, mujeres y temas como el aborto, igualdad de género, que convocan a grupos de las antiguas colonias, así como a los que en su momento impusieron su cosmovisión.

Las generaciones del pasado siglo crecimos en sociedades donde el diálogo, la discusión, eran algo desconocido. La autoridad del maestro y de los padres era incuestionable y por lo mismo no era posible plantear puntos de vista diferentes. Ahora, en esta nueva modernidad, podemos observar movimientos alentados por nuevas generaciones que expresan su inconformidad y la necesidad de reorientar el rumbo político, económico y educativo de sus países. Lo estamos viendo en Chile, Bolivia, Ecuador, Perú y recientemente en Colombia, en donde se han venido produciendo cambios hacia movimientos de inspiración socialista, impensables en el pasado.

Después del colapso del “socialismo real”, aparece la socialdemocracia que parte de la base de “no fin del capitalismo”, pero busca transferencias condicionadas a los sectores más vulnerables. Lo importante es sentar las bases de un diálogo permanente entre todos los sectores que tienen intereses diferentes, concepciones distintas, frente a la búsqueda de una sociedad más justa, más equitativa. La polarización conduce, como lo hemos podido observar hasta el momento, a confrontaciones que desangran y cuyas víctimas, en su gran mayoría, pertenecen a los sectores más vulnerables.

En el caso de Colombia, con la llegada de Gustavo Petro a la presidencia, se temía por parte del mandatario, la adopción de mano dura y la implementación de reformas de manera inmediata. Para sorpresa de muchos, no ha sido así. Hemos visto de parte del gobierno Petro, apertura franca al diálogo entre los distintos partidos políticos y, por otra parte, señalar que las reformas propuestas de ninguna manera se implementarán para obtener resultados de la noche a la mañana, sino que será necesario un período de transición, como en el caso, por ejemplo, de la explotación petrolera y de carbón.

Ya ha entendido el presidente Petro que los cambios sociales tienen una velocidad y un tiempo muy diferentes a los cambios individuales. La búsqueda de nuevos caminos, de nuevas opciones, no es tarea fácil y el futuro siempre será, incierto. Tal es el caso de la confrontación entre Rusia y Ucrania, en donde pareciera que se ha olvidado el saldo trágico de las dos guerras mundiales y la ruina que imperó luego de tal confrontación.

Edición 794 – Semana del 10 al 16 de septiembre de 2022
   
 
Importante: Cada autor es responsable de sus ideas y no compromete el pensamiento de Viva la Ciudadanía.
Se permite la reproducción de nuestros artículos siempre y cuando se cite la fuente.
 
 
 
 
comentarios suministrados por Disqus