Periodistas cizañeros

 
 
 

En su afán mediático y político por “hacer invivible la República” a punta de información maliciosa y de contaminar los hechos con simples conjeturas y opiniones ligeras, medios y periodistas se fueron convirtiendo en activistas políticos y en sumisos estafetas de los propietarios de las empresas mediáticas.

 
Germán Ayala Osorio
 
Comunicador social-periodista y politólogo – La otra tribuna
 
 

Durante la campaña presidencial, medios y periodistas afectos al régimen uribista confluyeron en la tarea de generar un mal ambiente social, político y electoral hacia la candidatura de Gustavo Petro. La revista Semana, por ejemplo, expuso en la portada una pregunta tendenciosa, cizañera y profundamente cargada del sempiterno discurso moralizante: ¿Exguerrillero o Ingeniero? La referencia al pasado de Petro como miembro del M-19 tiene la clara intención de invalidar el levantamiento armado y las “causas objetivas” que lo legitimaron en los convulsionados años 60. Y por supuesto, lo que hace Semana es anteponer el pasado de Petro a la formación de ingeniero (resaltado en amarillo) del entonces candidato Rodolfo Hernández. Así, la revista de la familia Gilinsky planteó a los colombianos un dilema ético-político de gran calado: elegir entre un subversivo, sin importar las circunstancias y las razones de su levantamiento armado, o un ingeniero, profesión que tiene un especial reconocimiento social. Semana se sirvió de esa circunstancia para ocultar los hechos de corrupción, la escasa capacidad discursiva y la patanería del candidato presidencial que competía con Gustavo Petro.

A lo anterior se sumaron otras acciones periodísticas coordinadas con redes sociales con las que se insistió en asustar a las audiencias y a los electores con que “seremos Venezuela” o “les van a expropiar las pensiones y las viviendas” si votan por Gustavo Petro.

Así, las empresas mediáticas, con sus periodistas a bordo, firmaron un “pacto” en el que desinformar, manipular discursos, videos y generar miedo, eran las acciones con las que buscarían deslegitimar el triunfo y la llegada de Gustavo Petro a la presidencia de la República. Y ese “pacto” se viene cumpliendo de manera rigurosa desde el 7 de agosto de 2022.

En su afán mediático y político por “hacer invivible la República” a punta de información maliciosa y de contaminar los hechos con simples conjeturas y opiniones ligeras, medios y periodistas se fueron convirtiendo en activistas políticos y en sumisos estafetas de los propietarios de las empresas mediáticas. Por esa vía, su papel como actores políticos no solo se confirmó, sino que se advierte que deviene contaminado de prácticas propias de la posverdad, con las que pretenden desestabilizar al gobierno de Petro.

La manipulación que del discurso hizo el periodista Yesid Lancheros provocó la reacción del presidente Petro. El jefe de Estado le contestó así: “Deja de sembrar cizaña Yesid. El enemigo interno es el acumulado de normas y pasos hechos en la administración nacional durante décadas para defender intereses particulares poderosos e impedir los cambios en favor de la gente”.

Las reacciones en contra de lo dicho por Petro no se hicieron esperar: “está irrespetando y violando las libertades de prensa y de opinión”, dijeron los amigos y compañeros de Lancheros, ofendidos porque Petro lo llamó “cizañero”.

En este caso, a los periodistas les faltó rigor y auto crítica, pues varios de ellos sacaron de contexto lo dicho por el presidente y llegaron a conclusiones ligeras con el interés de enemistar o de generar un conflicto entre el ministro Ocampo y el jefe de Estado. Es decir, intentaron sembrar cizaña. Quizás esta sola acción no los consolide como periodistas cizañeros, pero si abre el camino para que lo sean si continúan en esa tónica. Si entre Petro y Ocampo llegase a ver alguna diferencia, el primero tiene el poder para pedirle la renuncia al segundo; y por supuesto, cuando Ocampo sienta que el presidente lo ve como un obstáculo o enemigo, pues tiene el derecho a renunciar.

Lo cierto es que Petro no tendría por qué responder al periodista Lancheros. Ahí se equivocó el presidente. La respuesta al periodista y a los otros colegas que andan sembrando cizaña y desinformando, debió salir de la Oficina de Comunicaciones de la Casa de Nariño. ¿Qué está pasando con la Oficina de Comunicaciones del gobierno?

También hay que decir que medios como El Tiempo, El Colombiano, Revista Semana, programas radiales como Blu Radio, La Fm y la W, hacen parte del “pacto mediático” desde el que hoy sus periodistas están tratando de deslegitimar las propuestas y las acciones del gobierno de Gustavo Petro.

Edición 799 – Semana del 15 al 21 de octubre de 2022
   
 
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