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El malentendido nacional |
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En su discurso de posesión presidencial, casi para concluir, anunció Petro: “Y finalmente, uniré a Colombia. Uniremos, entre todos y todas, a nuestra querida Colombia. Tenemos que decirle basta a la división que nos enfrenta como pueblo. Yo no quiero dos países, como no quiero dos sociedades. Quiero una Colombia fuerte, justa y unida”. |
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Hernando Llano Ángel | |||||||||||||
Profesor Departamento de Ciencia Jurídica y Política – Calicanto |
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Érase una vez un país en el que sus habitantes, desde su nacimiento, no lograban entenderse. No obstante hablar el mismo idioma, los malentendidos eran cada vez mayores y más mortíferos. Al parecer, el origen de tan absurda incomprensión se remontaba al surgimiento mismo de la Nación. Entonces, una radical división entre dos bandos, Centralistas y Federalistas1, frustró su nacimiento y consolidación. Fue un aborto provocado por las ambiciones de cada bando, que permitió a la Corona española recobrar su dominio. Tal pareciera que esa división sectaria nos impuso, como un hado maléfico y una tendencia política inexorable, la imposibilidad de pensar en términos de unidad nacional. Suficiente sería con recordar la sangrienta vorágine de las nueve guerras civiles nacionales durante el siglo XIX2. El tránsito al siglo XX con la guerra de los Mil días. Luego, aquel 9 de abril de 1948, que fue mucho más que el magnicidio de Jorge Eliecer Gaitán, ese hombre que se reclamaba y encarnaba el pueblo: “Yo no soy un hombre, soy un pueblo”3. El país político contra el país nacional Después de correr ríos de sangre, su magnicidio se transformó en el triunfo del llamado “País Político” sobre el “País Nacional”4, bajo la fórmula política del Frente Nacional, que instauró el mito incólume del nacimiento de la democracia. Mito convertido en una mitomanía, pues en realidad lo que consagró fue la repartición milimétrica, “miti-miti”, del Estado entre mercaderes y traficantes de lo público, cubiertos con banderas rojas y azules, que expropiaron sutilmente los derechos políticos, sociales y económicos a las mayorías nacionales y su libre ejercicio ciudadano. En lugar de un Estado democrático, el Frente Nacional creó y consolidó un Estado cacocrático5. Por eso fue imposible forjar una ciudadanía autónoma y surgieron clientelas y siervos atados a la burocracia, el asistencialismo y los negocios de los llamados líderes naturales, rojos y azules. En realidad, más siervos que ciudadanos, pues cada cuatro años votaban dócilmente por aquel candidato-presidente que esos líderes ya habían designado en sus conciliábulos de caballeros. Empezando por Alberto Lleras Camargo (liberal), luego Guillermo León Valencia (conservador), Carlos Lleras Restrepo (liberal) y Misael Pastrana Borrero (conservador). Los electores en realidad no elegían, solo ratificaban lo decidido cada cuatro años por esos caballeros que llevaban la rienda de un monstruoso corcel llamado democracia. Monstruoso, pues la mayor parte de los 16 años de existencia del Frente Nacional gobernaron bajo estado de sitio y la abstención fue creciendo paulatinamente, hasta llegar al 61% en 1966. Sólo en 1970 la participación electoral asciende al 49%, cuando se presentó a la contienda Gustavo Rojas Pinilla, como candidato de la Alianza Nacional Popular (ANAPO). El País Nacional se sabía y sentía expropiado y engañado por ese “País Político” y su democracia de negociantes, que prosperaba indolentemente a la par de sus ganancias. El malentendido nacional se convirtió en una Nación malentendida. A tal punto que, cuando el pueblo tuvo la oportunidad de votar por un candidato diferente al binomio rojo y azul, lo hizo por quien había interrumpido en 1953 la sangría desatada y azuzada por esos “caballeros” y votó por el general Gustavo Rojas Pinilla. Fraude electoral contra la Anapo Pero su triunfo en las urnas le fue escamoteado por el mismo presidente Carlos Lleras Restrepo, según el siguiente testimonio de Jorge Téllez6, en confesión del expresidente a su jefe de Prensa, Próspero Morales: “Próspero, esto se ha perdido. No hay nada que hacer, el general ha ganado. Si, de acuerdo con lo que me han informado, Rojas decide salir uniformado para iniciar una marcha por las principales avenidas con destino al palacio de San Carlos, temo que haya un levantamiento, una sublevación, con todas las atrocidades y derramamiento de sangre que de ella se pueda derivar. No puedo permitir por ningún motivo la toma del poder por la fuerza”. Años después, en 1974, surgiría el M-197 y su lema de lucha, “con el pueblo, con las armas, al poder”. Y 48 años más tarde llega a la Presidencia de la República, esta vez con el pueblo en las urnas, Gustavo Petro Urrego8, que para 1974 apenas tenía 14 años. En su discurso de posesión presidencial9, casi para concluir, anunció Petro: “Y finalmente, uniré a Colombia. Uniremos, entre todos y todas, a nuestra querida Colombia. Tenemos que decirle basta a la división que nos enfrenta como pueblo. Yo no quiero dos países, como no quiero dos sociedades. Quiero una Colombia fuerte, justa y unida”. Sin duda, el mayor desafío y la mayor urgencia que tenemos todos los colombianos, y que el presidente Petro debería tener presente en su discurso en la Plaza de Bolívar el martes 14 de febrero, es convivir democráticamente para superar esta nación malentendida y mortífera en que millones malviven y miles son asesinados impunemente. Así como también convendría a esa oposición radical, fanática y cerril, que aspira a convertir a Colombia en Perú y en su desvarío confunde a Petro con Pedro Castillo, que tenga presente estas dos reflexiones de líderes liberales y conservadores clarividentes, que cuando gobernaron no estuvieron a la altura de sus palabras. Alfonso López Pumarejo: “Si la obra quedó trunca, el edificio inconcluso y frustradas muchas esperanzas, la culpa fue de quienes no seguimos avanzando y no de las masas, que instintivamente nos reclamaban nuevas reformas”, en su última entrevista a El Tiempo, en noviembre 21 de 1959, refiriéndose a sus frustradas reformas de la “Revolución en Marcha”10. Y de Belisario Betancur, en su discurso de posesión presidencial: “He andado una y otra vez por los caminos de mi patria y he visto ímpetus heroicos, pero también gentes mustias porque no hay en su horizonte solidaridad ni esperanza. Ya que para una parte de colombianos: La turbamulta les es ajena pues procede de grupos que les son ajenos; la otra Colombia le es remota u hostil. ¿Cómo afirmar sin sarcasmo la pertenencia a algo de que están excluidos, en donde su voz resuena con intrusa cadencia? Y para los más poderosos o los más dichosos ¿a qué reivindicar algo tan entrañablemente unificador como es la patria, a partir de la discriminación y el desdén? Hay una relación perversa en la que los dos países se envenenan mutuamente, y esa dialéctica ahoga toda existencia nacional”. Ya va siendo hora de superar semejante malentendido nacional y dejar atrás esa Nación malentendida, excluyente, clasista y racista, que todavía somos, en lugar de salir a la calle como dos bandos irreconciliables los pasados días 1411 y 15 de febrero12. Edición 813 – Semana del 18 al 24 de febrero de 20231 “Guerra civil entre centralistas y federalistas”. Wikipedia, la enciclopedia libre. 2 “Guerras civiles de Colombia”. Wikipedia, la enciclopedia libre. 3 “Yo no soy un hombre, soy un pueblo”. Fragmento del discurso. 70 años sin Jorge Eliecer Gaitán. Kiyoura Setsuna, portal YouTube. 4 “En Colombia hay dos países: el país político, que piensa en sus empleos, en su mecánica y en su poder y el país nacional que piensa en su trabajo, en su salud, en su cultura, desatendidos por el país político. El país político tiene rutas distintas a las del país nacional. ¡Tremendo drama en la historia de un pueblo!”, Discurso de Jorge Eliecer Gaitán en el Teatro Municipal el 20 de Bogotá el 20 de abril de 1946. 5 “Cacocracia”, definición portal Fundéu RAE. 6 “La noche en que Lleras Restrepo reconoció el triunfo de Rojas Pinilla (Parte II)” Diario El Espectador, 19 de abril de 2013. 7 Movimiento 19 de abril. Wikipedia, la enciclopedia libre. 8 Gustavo Petro. Wikipedia, la enciclopedia libre. 9 Palabras del presidente de la República, Gustavo Petro Urrego, al tomar posesión como jefe de Estado. Ministerio de Relaciones Exteriores. 10 Alfonso López Pumarejo y la revolución en marcha. Credencial Historia No. 192, Biblioteca Virtual Banco de la República. 11 Marchas en Cali a favor de Petro: Rutas y detalles de las movilizaciones del 14 de febrero. Diario El País, febrero 10 de 2023. 12 Los puntos de concentración de la marcha contra el gobierno Petro este 15 de febrero en Cali. Diario El País, febrero 10 de 2023. | |||||||||||||
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