El humor “negro” de fuck news

 
 
 

El humor “negro” es otra modalidad culturalmente aceptada a través de la cual es válido burlarse de las desgracias humanas. Opera en los ámbitos público y privado, asegurado en buena medida por la doble moral de cientos y de miles de colombianos que ríen en privado con este tipo de humor, pero se atreven a censurar o limitar a los humoristas que lo practican en teatros y otros escenarios abiertos al público.

  Germán Ayala Osorio
 
Comunicador social-periodista y politólogo – La otra tribuna
 
 

Si fuera cierto que “somos –o que fuimos– el país más feliz del mundo”, los humoristas, en todas sus modalidades y estilos, quizás no tendrían mucho trabajo en Colombia porque los colombianos no necesitarían burlarse de sus desgracias cotidianas para hacer más llevadera sus vidas. De la mano de los humoristas es posible evitar que los agobiantes problemas (societales, familiares o individuales) terminen en estadios de depresión, cansancio o de aburrimiento individual y colectivo.

Por fortuna, el humor, como práctica social, no es uno solo, de ahí que existan modalidades más o menos universales como el humor político, como el que en su momento practicó Jaime Garzón y que lo convirtió en objetivo militar de los paramilitares y de sectores de poder político que lo vieron como un peligroso generador de opinión pública divergente. Garzón lo intentó a través de la burla mordaz, la interpretación de los hechos públicos y la crítica velada o directa a específicos agentes de poder. Estoy seguro de que no todos los colombianos estuvieron en la capacidad de entender cuando con su personaje Godofredo Cínico Caspa dijo: “Qué orgullo patrio sentí al ver la revista esta Semana, que trae en la tapa al civilista gobernador de Antioquia, doctor Álvaro Uribe Vélez. Un hombre de mano firme y pulso armado. Líder que impulsa, con su aplomado cooperativismo, pacíficas autodefensas que él, iluminado por los soles de Faruk, llamó Convivir. Acierta Semana, en cabeza del diligente vástago de César Gaviria, Mauricio Vargas, al proyectar sobre el escenario nacional a la nueva neoliberal lumbrera. Álvaro vislumbra todo un país convertido en zona de orden público, como una sola Convivir donde la gente de bien pueda disfrutar en paz de la renta. Y será él quien traiga por fin a los redentores soldados norteamericanos para que humanicen el conflicto y hagan de Uribe Vélez el dictador que necesitamos”. (Ver video.) O cuando el mismo Jaime Garzón, en una conferencia en Cali (1995), dijo: “Álvaro Uribe es peligrosísimo”.

Entre tanto, el humor “negro” es otra modalidad culturalmente aceptada a través de la cual es válido burlarse de las desgracias humanas. Opera en los ámbitos público y privado, asegurado en buena medida por la doble moral de cientos y de miles de colombianos que ríen en privado con este tipo de humor, pero se atreven a censurar o limitar a los humoristas que lo practican en teatros y otros escenarios abiertos al público. El humor “negro” es catalogado como menos inteligente, si se le compara con el humor político. Suele despertar susceptibilidades por considerarse ofensivo y poco empático con quienes sufren accidentes, padecen enfermedades o mueren en circunstancias que facilitan a los humoristas mofarse. Pues bien, los jóvenes de Fuck News practican ese tipo de humor, que bien se puede calificar como “básico” y mucho menos inteligente que el humor político que otros practican.

En su reaparición, los presentadores de Fuck News (una parodia de noticiero que sirve para burlarse de los hechos que los medios convierten en noticia) aludieron al crimen de la DJ Valentina Trespalacios. Recordará el país que la joven fue asesinada por Jhon Poulos, un norteamericano que la metió en una maleta, dejando su cabeza por fuera. Posteriormente, la abandonó en un depósito de basura, huyó del país, fue capturado en Panamá y devuelto a Colombia.

Los presentadores se burlaron del insuceso, lo que motivó el rechazo de algunos ciudadanos en redes sociales, que consideraron que es necesario ponerle límites a ese tipo de expresiones humorísticas. Hago las siguientes disquisiciones al respecto:

Hay un público que goza de ese tipo de humor, a juzgar por quienes llenaron el teatro y rieron a carcajadas por los comentarios burlones expresados por los presentadores de Fuck News. Al validarla socialmente, la burla en torno a los hechos que rodearon la muerte de la DJ adquiere o entra en una dimensión que en doble vía permite la descalificación de lo sucedido, esto es, la conducta y la acción criminal del victimario, al tiempo que la convierte en un antidepresivo, individual y colectivo, e incluso, en una forma de hacer conciencia en torno a los riesgos que corren las mujeres en una sociedad patriarcal y machista que legitimó, a través de la publicidad sexista y los ejercicios del poder político y económico, que los hombres las asuman como objetos sexuales, o como sujetos de seducción, dominación y sometimiento.

“El humor sería un aspecto muy importante para entender el pensamiento y los aspectos más profundos de una cultura. Sería importante no caer en la dualidad de “serio/humor”, ya que, aunque el humor pueda relacionarse en un primer momento con lo jocoso, el hecho de que se esté usando, así como lo que está diciendo, puede estar comunicando consciente o inconscientemente cosas “serias” (Abril 1991; Berger 1999)”. (Casado, María Isabel, 2017).

Siempre queda la opción de no consumir ese tipo de oferta cultural. De allí que proponer ponerle límites a ese tipo de humor constituye una forma antidemocrática de control en contra de un tipo de humor que está ancorado en lo que somos como sociedad: violenta, pero capaz de reírse de sus desgracias, producidas en buena medida, porque nuestros comportamientos y acciones cotidianas están soportadas en las negativas representaciones sociales que hemos construido sobre los demás.

El humor de los jóvenes de Fuck News es básico y retador, pero podría servir, si se hace una lectura más reposada, para que tragedias humanas, dentro de las cuales cabe el asesinato de Valentina Trespalacios, puedan hacerse más llevaderas para las familias víctimas de feminicidios y el resto de la sociedad. Y para lograrlo, todos debemos entender que los feminicidios son el resultado de una sociedad patriarcal, machista y misógina de la que hacemos parte todos. De ahí que todos, de alguna manera, somos responsables de las muertes de Valentina Trespalacios, Rosa Elvira Cely y de Yuliana Samboní, entre otras más.

Edición 813 – Semana del 18 al 24 de febrero de 2023
   
 
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