Construimos nuestros
procesos de empoderamiento

 
 
 

Dentro de nuestro resguardo vivimos en armonía con la naturaleza y con nuestras actividades de defensa cultural propiciamos la protección del territorio como eje transversal para la supervivencia física y cultural. A través de las artesanías que las mujeres elaboran, tejen su pensamiento colectivo.

  Mujeres del Pueblo Bari
 
 

En nuestra historia, las mujeres del Pueblo Bari del resguardo Catalaura de las comunidades de Bakuboquira y Karikachaboquira del Municipio de Tibú de Norte de Santander hemos sufrido el conflicto desde 1999 hasta el 2004. No habíamos sido visibles ni participábamos en espacios ciudadanos ni nos atrevíamos a liderar procesos organizativos institucionales. Hoy construimos nuestros procesos de empoderamiento constante.

La violencia en nuestro territorio aún sigue latente pero las mujeres en las comunidades son fuertes en la intención de conservar la cultura, la medicina tradicional y la elaboración de artesanías dentro del territorio, entre otros. Actualmente, las mujeres participamos en los diferentes espacios que se han generado para fortalecer la mirada territorial con enfoque etno-diferencial. Las mujeres Bari seguimos trabajando en nuestro municipio donde está la asociación de Bari Bioyi Isquira en la que contamos con la vinculación de 45 mujeres que impulsamos proyectos institucionales.

Hoy las mujeres somos más fuertes. Dentro de nuestro resguardo vivimos en armonía con la naturaleza y con nuestras actividades de defensa cultural propiciamos la protección del territorio como eje transversal para la supervivencia física y cultural. A través de las artesanías que las mujeres elaboran, tejen su pensamiento colectivo. Las mujeres Bari contamos hoy con más espacio de participación en el municipio. Somos parte del Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial.

Artesanías que elaboran los hombres

Las artesanías que elaboran los hombres para la caza y pesca son necesarias para la subsistencia diaria. Hoy en día también sirven de adorno y se comercializan para generar entradas que ayudan con la supervivencia de la comunidad. Las armas que antiguamente se usaban para defenderse de sus enemigos, ahora se exhiben y se venden.

Para la elaboración de este tipo de artesanías, se requiere de dos semanas de trabajo y se usan materiales que se buscan en la montaña. Esa materia prima se extrae de la palma velluda y el bejuco (camidri). Posteriormente se decora con un hilo de colores que va contando la historia del pasado, de los ancestros. Esta técnica se enseña y se va transmitiendo entre los niños y los jóvenes. Es la manera como se quiere evitar que este conocimiento desaparezca de nuestras culturas.

Artesanías de mujeres, jóvenes y niñas

Cuando las mujeres jóvenes y niñas trabajan en las artesanías, las mayoras van contando la importancia que tiene el canasto que se utiliza para cargar los alimentos, el pescado y echar ropa para ir al rio a lavar. En el canasto, las mujeres cargan a sus hijos.

Para el trabajo artesanal, las mujeres cuentan con la colaboración de algunos hombres, ellos las acompañan y apoyan en el corte del bejuco (camidri) ya que es un trabajo que exige fuerza debido a la dureza de la planta que además debe ser pelada y cortada en varas.

Cuando una joven empieza a tejer un canasto, selecciona el tamaño más pequeño porque lleva menos tiempo y habilidad para terminarlo en horas o dos días. Las más grandes escogen canastos más complejos y pueden durar una semana en su tejido. Los canastos son hechos de material natural y no contaminan el medio ambiente. Así se preserva la unión de un pueblo entretejiendo los conocimientos, entre todas, sin ninguna excepción.

Datos biográficos

Viven en la frontera con Venezuela en la Serranía de los Motilones, departamento de Norte de Santander; los Bari se ubican sobre la hoya del río Catatumbo, región boscosa –húmeda tropical– compuesta por tierras bajas que descienden desde el nudo de Santurbán, en la cordillera oriental. Las distintas corrientes de agua, que corren en dirección sur – norte y que atraviesan el departamento de Norte de Santander, confluyen en la macro región del Lago de Maracaibo.

El principal accidente geográfico que cobija a los Barí es la Serranía de los Motilones, comprendida entre el Cerro de Mina (sur), las fuentes del Río Catatumbo y la Sierra del Perijá (norte), en jurisdicción de los municipios de El Carmen, Convención y Teorema. Es una región con una temperatura promedio de 24° C y niveles de precipitación estimados en 2.500 mm, en donde los inviernos se presentan en los meses de abril – mayo y octubre – noviembre, y los veranos en los meses de diciembre, enero y febrero.

Edición 823 – Semana del 6 al 12 de mayo de 2023
   
 
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