El Derecho a la Educación: asignatura pendiente y máximo desafío en países en conflicto

Más de una cuarentena de países de ingresos bajos, se encuentran en la actualidad inmersos en conflictos internos y/o transfronterizos, algunos de ellos, ya con varias décadas de duración, que sin duda, entre otros muchos impactos, vienen afectando de manera severa el derecho a la educación, en especial de la primera infancia.

En todos los países del mundo, las y los niños más pobres tienen mayores dificultades para ser debidamente cuidados, sus padres suelen estar ausentes por diversas razones y sus madres, deben trabajar largas jornadas realizando diversas actividades casi siempre fuera de sus hogares. En condiciones de países en conflicto, estas madres y sus pequeños constituyen hasta el 75% de las víctimas de desplazamiento forzado, abuso y violación sexual, daño físico, mental, social y ambiental, mutilación, fuego cruzado, utilización como informantes por actores armados legales e ilegales, esclavitud.

Hace pocas semanas, la UNESCO publicó su informe “Una crisis encubierta: conflictos armados y educación” (UNESCO, 2011), en la cual dan cuenta de algunas cifras espeluznantes, sobre esta problemática, las cuales podemos agrupar de la siguiente manera:

Algunos datos sobre afectación:

– El 42% de los niños y niñas sin escolarizar viven en países pobres en situación de conflicto armado.

– 28 millones de niños y niñas se ven privados de su derecho a recibir educación a consecuencia de los conflictos armados.

– Las y los menores de 5 años de los países en conflicto tienen el doble de posibilidades de morir antes que cumplan los cinco años que aquellos que viven en el resto de países empobrecidos, no afectados por conflicto armado.

– Escuelas, educadores y estudiantes son objeto de ataques frecuentes, pese a que esto constituye una clara violación del derecho internacional. En Afganistán, los ataques contra centros escolares pasaron de 347 en 2008 a 613 en 2009, sin mencionar acciones armadas contra escuelas para niñas en Pakistán o en el norte de Yemen. Por su parte el Informe de ACNUR del Secretario General sobre los niños y el conflicto armado en Colombia en el 2008 (Secretario General ACNUR, 2008), afirmó que muchas escuelas en el país son ocupadas por los diversos actores armados, incluido el Ejército Nacional impidiendo que los niños atiendan las clases, dejan olvidadas granadas de fragmentación, armas o minas antipersonales, con el desarrollo de posteriores accidentes que han afectado la seguridad de muchos menores. En las tres provincias del extremo sur de Tailandia entre el 2008 y el 2009, fueron asesinados o heridos 63 estudiantes y 24 profesores.

– Los 43 millones de refugiados y personas desplazadas que hay en el mundo tienen un acceso limitado a la educación. En 2008, sólo el 69% de los niños refugiados en los campos del ACNUR con edad de cursar la primaria asistían a la escuela.

– Las violaciones y otros abusos sexuales se extienden como arma de guerra, no sólo contra mujeres, sino también contra niños y especialmente niñas. En la República Democrática del Congo, por ejemplo, un tercio de las víctimas de violaciones fueron menores de edad, y de éstos, un 13% tenían menos de 10 años, si bien, recuerda la UNESCO es posible que el número real sea entre 10 y 20 veces superior. El abuso sexual  “daña el potencial para aprender de las víctimas, crea un clima de miedo que hace que las niñas se queden en casa y lleva a la ruptura de muchas familias lo que deja a niñas y niños sin un entorno adecuado para su educación”. Un tercio de las víctimas de violaciones denunciadas en la República Democrática de Congo fueron menores (y el 13% de ellas tenían menos de diez años). Es sabido que las denuncias en caso de violación o abuso sexual son mínimas.

– En el África Subsahariana, cada año abandonan la escuela 10 millones de niños.

– El hambre frena el avance en educación: en los países en desarrollo 195 millones de niños menores de 5 años –1 de cada 3– sufre malnutrición, lo que causa daños irreparables a su desarrollo cognitivo, situación que se acentúa en el caso de los países en conflicto.

– El mismo informe antes citado sobre Colombia señala que el  número estimado  de niños y niñas que participan en grupos armados ilegales oscila entre 8.000 (Ministerio de Defensa), y 11.000 (fuentes no gubernamentales), siendo reclutados a la fuerza por las guerrillas y los grupos paramilitares en una edad promedio entre 12 y 13 años. El agravante es que se reclutan menores de los grupos más vulnerables: indígenas, afrocolombianos y campesinos, que también son utilizados por el Ejército como informantes. De las  7.515 personas víctimas de minas antipersonales, entre 1990 y el 2008, 722 eran niños. De igual manera se ha conocido recientemente que el Ejército ejecutó decenas de menores de edad a los que se hizo aparecer como miembros de guerrillas para obtener prebendas de sus superiores.

Datos sobre financiamiento

– Se calcula que si los 21 países más empobrecidos recortasen un 10% su gasto militar podría garantizar la educación de 9,5 millones de niños y niñas.

– Solamente el 2% de la ayuda internacional humanitaria se destina a invertir en educación, la cual únicamente satisface a una proporción muy reducida de las peticiones de apoyo.

– Contando solamente con lo que los países ricos dedican durante 6 días al gasto militar, sería posible cancelar el déficit anual de financiación del programa “Educación para Todos”, cifrado en 16.000 millones de dólares.

– Las prioridades en materia de seguridad –léase guerra- dominan la agenda de la ayuda humanitaria de los países donantes.

– En los países en situación de conflicto armado se produce una clara desviación hacia el gasto en armamento de los fondos públicos que podrían invertirse en educación. Así, entre los países más empobrecidos del mundo, un total de 21 destinan más dinero al presupuesto militar que a la escuela primaria.

– Pakistán, un país que tiene una de las mayores poblaciones del mundo sin escolarizar (7,3 millones de niños y niñas en 2008), gasta en armas siete veces más que en las escuelas primarias.

Reflexiones:

1.- El derecho a la educación es negado y violado de manera particular a los niños y niñas en aquellos países sumidos en conflictos armados.

2.- La injusticia e inequidad de los impactos de las guerras sobre el derecho a la educación, se ven claramente reflejados en los presupuestos contrastantes entre lo destinado a la educación y lo destinado al manejo del conflicto.

3.- Los conflictos afectan de manera integral e inhumana a niñas y niños; violan todos los demás derechos de los cuales depende el derecho a la educación. Provocan desplazamientos, desarraigo cultural, daño físico, económico, mental, social, cultural y ambiental. Socaban la seguridad alimentaria y la seguridad integralmente considerada de niños, niñas y jóvenes.

4.- Pese a existir tratados internacionales en materia del derecho internacional humanitario, ningún país en la actualidad los respeta, con lo cual cabría interponer ante los altos tribunales internacionales estas demandas.

Esperanza Cerón Coordinadora Área Educación Ciudadana de la Corporación Viva la Ciudadanía – Secretaría Técnica Coalición Colombiana Por el Derecho a la Educación

Edición N° 00248 Semanario virtual Corporación Viva la Ciudadanía– Semana del 25 al 31 de Marzo de 2011


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