En un contexto de tradicional ejercicio de la democracia representativa, caracterizada por el bipartidismo y la centralización de la administración pública, la Planeación y el Presupuesto Participativo se posiciona como una experiencia de gobernabilidad que reconoce actores, escenarios y poderes nuevos en el ejercicio de democracia directa que la Constitución Nacional de 1991 posibilita y promueve.

En este sentido, se propone la construcción de una red que, articulando las diferentes iniciativas, ejercicios y prácticas de gobierno caracterizadas por ofrecer y compartir un margen de gobernabilidad cada vez más significativo, reconoce en la ciudadanía un actor con el que cogobierna. Así, se propone que tal red comparta experiencias que permita fortalecer prácticas existentes, construya metodologías de trabajo, visibilice prácticas de buena gestión, potencie el desarrollo local, promueva políticas públicas que favorezcan el desarrollo y socialice los aprendizajes de nuevas experiencias en gestión local del desarrollo.

Además, que promueva los fundamentos de una democracia directa caracterizados por la descentralización del poder, el ejercicio directo del poder político de los ciudadanos tradicionalmente excluidos en los procesos de deliberación y decisión de los asuntos públicos y por supuesto, la gestión del desarrollo social de sus comunidades.